jueves, 1 de noviembre de 2012

Carta Despedida Compañero de Trabajo

Amigo no sabes cuanto te extraño
Javiera Catalina:

Tengo que decirte algo difícil.  Sé que no es sencillo para tus dos años y nueve meses recibir este tipo de noticias, pero tienes derecho a saberlo igual que el resto de la Familia, igual que tu Mamá y Papá, igual que tu Tía, igual que las perritas.  Tampoco es sencillo ni grato hablar de algo así.  He tratado de elegir las palabras, pero igual siento ahora que improviso.

Ya no seguiré trabajando en Nexus, la empresa en la que he estado por casi dos años.  Por supuesto, estoy algo triste.  No es fácil irse de ninguna parte y menos del lugar donde uno trabaja y recibe el dinero que le da seguridad económica.  Esto implica una parte difícil.  Encontrar un nuevo trabajo con el que pueda asegurar el pan nuestro de cada día.

Solo María Cecilia, la Mujer que más amo en la Vida, mi Mejor Amiga y Confidente del Alma, sabía que algo no estaba bien para mí.  A los demás, no quise contarles nada hasta que ocurriera, porque, tú ya sabes, soy un Soñador Empedernido y cada día, me levantaba agradeciéndole a Dios tener Vida, Amor y Trabajo.  Esperaba poder empezar de nuevo, quizás en otras labores, pero no fue posible.

¿Razones?  Yo no era apropiado para el cargo.  La mayor parte del tiempo me sentí como un conductor de autos de carrera Fórmula Uno que no supiera mecánica.  Si ganaba todas las carreras, no había problemas, pero si perdía alguna, al momento de dar explicaciones, siempre sentía que podían sorprenderme con alguna pregunta técnica, siempre sentía que me faltaba conocer algo más para desenvolverme con propiedad.  Y ello afectaba mi accionar también en otros aspectos.  En Nexus, la gente sabe mucho, son todos muy buenos en lo que hacen y sentía que siempre me faltaba algo más por saber para acercarme a ellos.

Quise aprender, pero era difícil obtener el conocimiento.  Siempre todos teníamos mucho trabajo y por supuesto, era poco factible ahondar en las explicaciones.  Los recursos siempre escasos, hacía que conseguirlos fuera cuestión de prioridades, escalamientos a jefaturas, reclamos, insistencias.  Me tocó ver gente que se sentía como una pieza de máquina, estrujada sin piedad, sin posibilidad de decidir a qué hora podría irse a casa o salir a comer.  Lograr las metas era también un tema de dinero y se competía a todo nivel.  Me costaba entrar en ese juego, pues a estas alturas, tengo otros intereses.  Antes yo también era de piel muy dura,  No en vano tengo mi currículum.  Hoy, miro la Vida en un tono más personal.  Por lo visto tendré que cambiar de actitud, al menos si consigo un trabajo similar a este.  Conozco mis errores.  Mis Supervisores fueron precisos en su diagnóstico.  Creo haber aprendido y aprovecharé esas lecciones cuando corresponda.

Me he ido sin rencores.  Si alguna vez sentí ganas de apretarle el cuello a alguien, eso ya pasó.  Y espero haber pedido perdón a quienes incomodara por alguna razón.

Por supuesto que echaré de menos a mucha gente.  Aquí también tuve Logros junto a otras personas.  Aquí también tuve el Placer de estrechar manos cálidas y ver Sonrisas amplias y Acogedoras.  Aquí también sentí el orgullo de pertenecer a esta empresa.

Creo que, especialmente, recordaré a muchas Mujeres de Nexus por su Inteligencia, su Figura, su Desplante de Dama y/o su Sonrisa.  Habrá algunas inolvidables, que hacían que este paisaje de logros, eficiencia, sacrificios y metas imposibles, fuera más grato.  Como aquella de melancólica mirada, cuya suerte en el Amor no se compadecía con su belleza.  O aquella, cuyo infrecuente vestido, hizo que lamentara no quedarme al menos una semana más.

Me fui en silencio, pues así llegué.  Quise evitar dar una pena a aquellos que me estiman y la frustración que pudieran sentir de no poder cambiar el presente.  Me fui sin mirar atrás, pues los ojos deben estar puestos en vivir el ahora y en construir lo que vendrá.

Preguntarás por tu futuro, Preciosa Niña.  Quiero decirte que yo y cada uno de los integrantes de la Familia, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que no sientas la privación de nada.  Así como los elefantes que rodean entre todos a sus crías cuando presienten algún peligro, así lo haremos nosotros contigo.

En esta situación difícil, también hay algo bueno.  Podré ir a dejarte a tu Jardín cada día y jugaremos con más frecuencia.  Podré tener más tiempo para terminar ese libro que te estoy escribiendo.  Podremos Soñar con un Futuro más brillante aún que antes.  Podré demostrarte que nada es imposible cuando se tiene Fe en Dios y en Si Mismo.

Es cierto que mis ojos están brillantes y algo húmedos ahora.  Verás.  Es por la Emoción de enfrentar un nuevo desafío.  Nos irá bien y cuando logre un nuevo Trabajo, te regalaré una linda Rosa.  Quiero que sigas sonriendo, con esa dulce expresión de niña que se sabe Amada.

Nos irá bien.  Tengo gente que me estima y que nos ayudará.  Tengo Amigos que me dan su aliento.  Tengo una Familia que me respalda y que cree en mí.  Y tengo a Dios, que en estos momentos de aflicción, me consolará si me siento afligido y me ayudará en lo que emprenda.

Seguiremos Soñando Javiera Catalina.  Nunca lo dudes.


Tu Papi Carlos

Viernes 16 de Noviembre, 2007

No hay comentarios:

Publicar un comentario