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Estamos conectados con la Tierra |
Cuando
me senté en la cima de esta, me sentía parte del todo, era como un vegetal más,
al igual que a el, la brisa nos acariciaba a ambos, las nubes que cruzaban por
allí nos refrescaban con millones de motitas de agua sobre el rostro, se sentía
bien, era refrescante, me encontraba en un estado de éxtasis, la brisa del
viento jugaba con mi pelo y me lo desenredaba cada vez que me lo arreglaba,
estaba feliz con mi presencia, con esta visita de un hermano citadino, el amor
que te prodigaban todos los seres que allí estaban lo sentías, solo yo y los
elementos, el olor a tierra húmeda me hacía viajar a mi niñez, nací en una zona
lluviosa de mi país, el olor a alerce húmedo, a las chimeneas de las cocinas a
leña, la humedad del clima, era como estar en un proceso de regresión
hipnótica.
En
ese instante sentí un suave remezón, la tierra me estaba pidiendo su atención
y, procedí a escucharla, cerré mis ojos y me puse en contacto con su decir.
Mira
hijo, como parte de tu proceso del despertar, te voy a relatar algo, yo he
permanecido siglos por estos lados, millones de generaciones de seres como tú
han pasado por mi lado, eres para mi un simple ser como la vegetación que me
acompaña, las nubes, los árboles, las cascadas por donde pasan los ríos, los
animales que me habitan, los he visto pasar a todos, un día llegan, ya luego no
están sobre mi superficie, todos pasan a formar parte de mí, porque así como
les doy vida, también los recibo al momento de partir, sus almas si quedan
libres de viajar a nuevas experiencias, pero ese no es el tema de ahora.
Cuando
Uds. llegaron a mí lado, fue con la condición de que pudieran alimentarse y
subsistir con los alimentos que yo les iba a proporcionar y, es así como muchos
seres a los que Uds. llaman indígenas lo hacen, ellos están conciente de mi
existencia, me rinden tributos cuando tienen alimentación en abundancia, son
agradecidos, me oran de manera humilde y me suplican cuando están en tiempo de
escasez para que no les abandone, ellos están concientes que yo no les
pertenezco, nada las pertenece, están igual que los árboles, aves, animales,
flora, tan solo de paso. Ellos me conocen como su madre y me aman, me cuidan y
agradecen cada vez que los alimento, yo no les pertenezco, ellos se dicen que
son de la tierra, como el resto de sus hermanos.
Te
cuento esto porque estás aquí y puedes sentir lo diminuto que es el ser humano
frente a la majestuosidad de la naturaleza, aquí te calibras, aquí te
sintonizas con el todo, aquí puedes ser tú, aquí puedes llorar tranquilo, aquí
nadie te juzga, aquí puedes sentirte amado sin condiciones, aquí te encuentras
con tu esencia. Aquí aprendes a ser humilde, caritativo y vulnerable, pues no
impera el Miedo, recuerda que Uds. tienen miedo de su misma especie, que
tristeza hijo que así sea.
Los
he visto desarrollarse generaciones, tras generaciones y, fui testigo del
momento cuando perdieron la cordura, cuando comenzaron a pelearse entre Uds.
por adueñarse de un trozo de mi superficie, les crearon la ilusión de que yo
les pertenezco y me dividieron en trocitos con diferente valor, si pues me
pusieron precio y, se las repartieron. Eso sembró envidias, rivalidades,
guerras y mucha muerte, situación absolutamente vigente hoy en día. Idearon un
sistema que los hace trabajar muchas veces en demasía para tener un trozo de
tierra donde llegar a dormir, del cual sentirse orgulloso, pero dejen de pagar
sus impuestos y se los van a arrebatar.
Esto
te lo cuento para que no corras tanto, ni te estreses por adquirir algo que al
final puedes disfrutarlo con una mirada diferente, más tranquila, más calma,
vas a pasar y la tierra seguirá allí para que generaciones venideras se la
disputen, si puedes, piensa en lo que te digo, si puedes deja un trozo en tu
propiedad humana sin pavimentar, si caminas sobre mí a pie descalzo, curaras
muchos desequilibrios, pues la energía que te puedo brindar es sanadora, porque
me permites al igual que una madre estar en contacto contigo mi hijo querido.
Evita pavimentar todo, pues te desconectas de mí y no podemos tener este tipo
de conversaciones….
De
pronto la tierra se volvió a mover, desperté y noté que era más tarde, me había
quedado dormido, pero me sentía muy feliz de la experiencia vivida…..
Carlos Arismendi Gukowsky