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Ya formas parte de mi Pasado |
Cuando pase fugazmente por el
departamento, divisé a la mascota de la familia, un perro maltés pequeño que me
gemía para que lo liberara del lugar donde estaba y le permitiera correr hacia
mis brazos, seguramente se sentía solo y extrañaba al resto de su familia
humana. Pero debía regresar a mi trabajo y “el tiempo” no me lo permitía, no me
dejaba caminar hacia el, existe una hora de entrada a tu trabajo me decía,
recuerda que no puedes fallar, ya es tarde, en ese momento ejercía una fuerza tal
que me impedía quedarme un rato con mi mascota, poder abrazarla y suplir con un
abrazo, con unas caricias lo mucho que me extrañaba, simplemente no podía.
Ante tal imposibilidad sentí algo
de angustia, mi vida en ese momento estaba regida por el tiempo y me decía el
sistema todo esta inundado de este concepto. Pasé a la habitación del fondo y
divisé a una de mis hijas durmiendo aún, era temprano, sentí ganas de
abrazarla, de decirle lo mucho que la amaba, quizás ordenar las habitaciones,
pero no podía debía marcharme, la fuerza que ejercía el tiempo era
impresionante, aún queriendome quedar, era imposible, el tiempo me impulsaba a volver
a mi trabajo, a los lugares de siempre, a mirar los rostros de las personas de
siempre, me preguntaba a ratos ¿Y qué pasaría si en vez de volver al trabajo,
tomo un bus y me marcho a un lugar lejano a disfrutar de la naturaleza, a
desestresarme, a disfrutar del paisaje del sur, del paisaje del norte, de la
nieve?, me daba cuenta que era una reflexión que lindaba con la locura, el
tiempo me decía, recuerda que debes volver
a tu trabajo, te esperan, debes volver a tu rutina y para que no sufras dejate
impulsar por mi, yo te conduciré, no puedes llegar tarde, ya que eso te puede generar
riesgos.
Has escuchado algunas veces que
tus hermanos de existencia generalmente dicen “no tengo tiempo”, quizás podrían
decir “el tiempo no me lo permite” y sabes que implica, que no pueden caminar
hacia sus seres queridos para conversar con ellos, abrazarlos y acariciarlos, no
pueden viajar a un lugar lejos de la urbe durante la semana para disfrutar sus vidas sin preocupaciones, porque la fuerza del tiempo para
desviarlos de su sueños, de su centro, de su equilibrio, es poderosísima, como
al tiempo no lo ven físicamente, este actúa de manera imperceptible, o se dan
cuenta demasiado tarde del efecto que este ha tenido sobre sus vidas.
Si estas conciente de lo que aquí
te digo y sabes como opera, te invito a administrarlo, a dominarlo en tu
beneficio, hazlo tu amigo, utilízalo para tu felicidad y utiliza su fuerza en
tu propio beneficio, el tiempo es una ilusión, es una creación humana, sirve
para coordinarnos, pero muchas veces por no estar despiertos termina
esclavizándonos, haz visto a los animales en la selva mirando su reloj, ellos
se guían por el reloj natural del Cosmos, no necesitan nada más y, sabes no se
estresan, no se angustian, no acumulan.
Haz algo que ames, déjate tiempo
para aquellos eventos importantes de quienes amas, acompañalos, que luego no se
van a repetir, un día puede ser tarde, aprovecha cada instante de tu vida,
disfruta con quienes amas, trabaja en algo que te apasione, disfruta una cena con la persona que amas,
lee un libro que te permita crecer, duerme una siesta, descansa, colabora con
los más necesitados, viaja, escribe, porque suele ocurrir que a veces los otros
que si te importan te pueden pasar la cuenta y puede ser demasiado tarde. Vive
el ahora, ama ahora, se un poco niño ahora, no temas al ridículo, no temas,
conquista tus miedos. Gracias por regalarte un”tiempo” para leer mis reflexiones. Carlos Arismendi G.