domingo, 8 de abril de 2012

Viviendo en otro Plano


Camino lentamente al centro de la ciudad, llego a su plaza principal y me detengo en el centro de esta, extiendo mis brazos, miro hacia el cielo, cierro mis ojos y visualizo como todo gira a mi alrededor, estoy en el centro de una gran espiral existencial, es una sensación indescriptible, observar como van girando en torno a mi diversas historias de vida, de muchos seres, me concentro, respiro profundo, deseo rescatar una de estas historias, logro retirar desde esta plataforma una de ellas y me dispongo a aprender de ella, me concentro, me pongo en actitud de humildad y así escucho atentamente.

En un momento cesa esta vorágine de imágenes y llega el silencio, siento un exquisito olor a tierra húmeda y a pasto recién cortado, mi mente me traslada a épocas de mi niñez cuando vivía en zonas lluviosas de mi país, de pronto siento una voz que me dice: Aquí estoy hermano, soy un simple ser vivo, me llamas pasto y me siento honrado en que hayas decidido aprender de mí, de fuentes de aprendizaje que para muchos esta vedada, pues se encuentran dormidos, están programados y actúan en automático, están ciegos, sus almas están encarceladas y supeditadas a las órdenes de sus cuerpos.

Sabes mi hermano, un día conversando con un primo, me comentaba que no entendía porque algunos de los nuestros no recibían agua cuando Uds. regaban sus jardines, me costó hacerle entender que especies tan evolucionadas como Uds. dicen ser, en la práctica tienen bajos niveles de conciencia, no podía entender que Uds. alimentaban solamente a quienes consideraban de su propiedad, o más bien al pasto que pertenecía a su jardín, el pasto de su vecino no lo alimentaban simplemente porque creían que no les pertenecía, están tan cegados que no logran ver que nosotros “el pasto” como nos llaman, pertenecemos a la madre tierra y no a Uds. y que esta mirada tan egoísta la proyectan en sus propias familias, se preocupan de quienes habitan su hogar solamente, pues una vez más creen que la casa que habitan, los seres que han traído a la vida, su pareja, un montón de latas con neumáticos les pertenecen y toman conciencia de esta falacia cuando se van a morir y los entierran sin ninguna de sus pertenencias. Como han sido programados individualistas, no se inmutan si su vecino esta sin trabajo y no tiene como alimentar a su familia, o cuando el hijo de su vecino se encuentra enfermo, para que se van a tomar la molestia si no les pertenecen.

Hermano te enseño esto pues viniste a mí y sabes que puedo despertar y elevar tu nivel de conciencia. No seas como esos seres neuróticos, paranoicos y controladores de tu especie que se irritan y enojan cuando una especie de los nuestros, a la que llaman “maleza” brota en su jardín, pues creen y están convencidos que nosotros los pastos, debemos se todos de una misma especie y estar cortados todos a la misma altura, eso es estar enfermo hermano, es paranoico, viven luchando toda su vida contra la maleza y no logran ver que la naturaleza es diversidad y hay que permitir estos matices, por eso tenemos tanta gente entre vosotros seres evolucionados, xenofóbicos y que discriminan a sus propios hermanos de existencia, por el color, la raza, el estatus económico, etc…

La madre tierra sabe lo que hace con sus hijos y de vez en cuando los atemoriza sacudiéndolos para volverlos a su lugar y recuperen así su humildad. Olvídate hermano de  los tipos de semillas, insecticidas, abonos, cortadoras de césped, toda una industria que se ha inventado en torno a esta locura de querer controlar lo no controlable, la maleza seguirá saliendo ya que es necesaria y no discrimines al pasto cuando lo riegues, pues no te pertenecemos. Luego de esta bella experiencia de conexión con otros seres hermanos, abandone la plaza donde me encontraba y tome rumbo a nuevas aventuras.

Abraza la diversidad, entrega amor sin condiciones y únete con todos los seres vivos en un enorme abrazo. Carlos Arismendi Gukowsky.  Escribiendo lo que a mi mente llega.

No hay comentarios:

Publicar un comentario