Hoy Martes 18/12/2012 es un día en que ando algo
vulnerable, tengo deseos de escribir, conversaba con un colega de trabajo hoy en la mañana, en una
pequeña cocina de nuestro lugar de trabajo, mientras se preparaba un café,
cuando le pregunté como estaba, su respuesta fue la de todos los días, “… aquí
estamos, igual que siempre, tratando de pasar el día, haciendo lo mejor que se
puede, los mismos problemas de siempre…”, esto me lo decía con su espalda
encorvada y mirando de preferencia hacia el suelo, no pude evitar decirle,
“…que especiales somos los seres humanos…”, porqué me dices eso me preguntó,
sabes mi amigo, yo estoy pensando en qué hacer con mi vida, estoy en un momento
de toma de decisiones, <a cada instante estamos construyendo realidad ¿se recuerdan?>,
deseo tener claridad sobre mi vida, sobre lo que estoy haciendo hoy para ser
feliz, que debo aprender, cuales son las cosas que debo mejorar para ser mejor
padre, mejor pareja, me duele ver a las personas sufrir por temas de trabajo,
me gustaría que un día se rebelarán y escucharán su voz interior y dijeran ¡basta!,
esto no es lo que quiero para mi vida y, de una vez por todas se alineáran con
lo que anhelan de verdad, con esa voz que esta dormida y habita en lo más
profundo de nuestro ser y, que no dejamos expresarse, esto parece algo utópico,
algo de locos, abandonar todo por un momento de paz, por un momento para estar
en medio de una plaza escuchando el trinar de las aves, por un momento para
quedarse un rato más conversando con los hijos, porque te dejen de tratar como
un recurso productivo, donde lo único que se te pregunta es saber como va tu
trabajo y pocos te preguntan cómo estas, cómo te sientes, cómo esta tu familia,
se hace pesada la carga diaria de esa manera y, lo entiendo, si habito el mismo
sistema, hay excepciones de todas maneras, para que no caigamos en
generalizaciones pesimistas y poco esperanzadoras.
Sabes
mi amigo le dije en un momento, “…tiempo atrás me rebelé contra mi sistema de
vida y renuncié a mi trabajo, me abandone al creador, soy hombre de fe, debo
reconocer que pase momentos de angustia, de no saber qué hacer para llevar
dinero a mi hogar, pensaba mucho y me paralizaba, vivir en la incerteza no es
fácil, no tenía horarios, jefes, ni convenios de salud, estaba a la deriva,
pero tenía que pararme y avanzar, tenía que ser un guerrero, golpee puertas,
aparecieron oportunidades de trabajo cuando menos lo esperaba, aparecieron
personas en mi vida que me apoyaron en mis momentos de flaqueza y, no morí en
el intento, obviamente muchos de los que creía mis amigos se alejaron, cuando
requería de ellos ya no estaban, pero los entiendo, no los juzgo, muchas veces
queremos ayudar y no podemos, nos cuesta decir “No puedo”, nos vamos en
promesas, empecé a descubrir cuál era mi mundo real, la vida selecciono a unos
pocos ángeles que no me abandonaron, ¿sabes amigo?, nunca me sentí abandonado,
me extravié muchas veces, pero siempre me reeencontraba conmigo, siempre había momentos
para estar yo y mi creador. Mi pareja siempre dijo presente, me apoyaba en
todo, es mi principal ángel, una profesional, aún cuando quizás por dentro
estaba sumida en la intranquilidad que le producía la baja en los ingresos
económicos, dado que somos padres de tres hijos, dos ya universitarios y una
pequeña en el colegio, nunca me reprochó, ni juzgó como persona. ¿Sabes lo
pleno que te sientes cuando sales del sistema por años, cuando dependes de ti,
donde no hay jefes, ni horarios, solo experimentación y convicción en que si
saldrás adelante, cuando hay puertas que se cierran en tu cara y otras que te
permiten pasar porque sienten que si tienes algo que ofrecer? Hoy amigo no
estoy preocupado de mi tarea laboral diaria, hay cuestionamientos más
trascendentes, qué voy a hacer con mi vida, cómo esta mi vida de pareja, qué
pasaría si hago esto o aquello, sabes amigo…deja de darle vuelta a las tareas
de trabajo, sólo es eso trabajo, la vida es mucho más que eso, piensa en qué
quieres para tu vida, qué te hace feliz, no esperes a explotar un día y
expreses tu sentir de manera indebida o termines estresado. Hazté responsable
de tu sentir, de tu persona, de tu vida, abandona el rol de víctima de las circunstancias,
nunca olvides que somos responsables de lo que somos.
Le
dí un abrazo y mucha Fuerza, le pedí disculpas por haber interrumpido su desayuno,
la vida nos hace vulnerables, nos llenamos de miedos y preferimos la seguridad
de un problema, de un malestar, de una angustia conocida, que ir tras nuestros
sueños. Le dí gracias por haberme escuchado, necesitaba conversar con alguien y
el me manifestó que al revés, estaba super agradecido de lo que le había
expresado. Recuerden “Dar para Recibir”.
Una
mañana de tantas de mi vida…escribir para mi es algo terapeútico y si con esto
puedo colaborar con otros, desde mi humilde mirada, eternamente agradecido.
Carlos Arismendi Gukowsky.
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