jueves, 17 de mayo de 2012

Unido al SILENCIO


Me encuentro solo en mi hogar, es posible escuchar el silencio en toda su magnitud, sonido valioso sin el cual no podríamos crear obras maravillosas musicales, ni establecer comunicaciones enriquecedoras, el lenguaje le debe mucho a este sonido. 
En estos momentos es cuando logró conectarme con todo mi ser y con toda la existencia, observo por la ventana y afuera veo un árbol cargado de limones, si aún recuerdo cuando ya hace más de doce años lo plantamos con mi amada pareja y era un retoño. Hoy es inmenso, robusto, hermoso y ha sido compañero de muchas de mis reflexiones,  el sabe de mis dudas, de mis tristezas, muchas veces he conversado con el bajo la luz de la luna, el sabe que lo quiero mucho y forma parte de mi historia de vida, al lado un naranjo, mucho más pequeño, es un adolescente, ya esta dando sus primeros frutos, otro amigo y el lo sabe, yo sé que están presentes, estoy conciente de su presencia cada vez que me acerco a ellos, agradezco al creador que los haya puesto en mi camino, ya he disfrutado de sus frutos y me han brindado su sombra en muchos veranos pasados.

Lo hermoso de estar solos y detenerse por un momento, es poder escuchar tu respiración, es poder reconocerte y dar gracias a tu cuerpo por permitirle sentir este plano a tu alma, a través de los sentidos, es estar concientes que debes cuidarlo, pues no te pertenece y es temporal. Cada instante de nuestro existir es un desafío, un misterio por descubrir, un reto por superar, una tristeza a la cual escuchar, una alegría a la cual disfrutar. La mente se detiene, el corazón y el sentir se hacen presentes en esta hermosa y silenciosa soledad.

Puedo ver en la distancia y agradecer al Superior por la valiosa y sabia pareja que me acompaña, poder observar unos hijos que crecen cada día con esa fuerza y energía de encontrar respuestas y querer cambiarlo todo, pero feliz, pues son personas buenas, que se quedarán una vez me toque partir y que tienen la semilla del amor, la compasión y la solidaridad, que tanta falta hace en esta sociedad.

Los invito a volver a sus centros, a Uds. seres divinos, frenen un poco la loca carrera en que este sistema muchas veces nos sumerge y observen a su alrededor, qué han hecho de sus vidas, que deben renovar, que deben finalizar, que deben emprender. Hagan pequeños cambios en su entorno que permitan renovar las energías, pinten una pared, una habitación, salgan a caminar y contemplen a su alrededor, hagan un mural de cartulina con fotografías donde se vean felices con los suyos, compren una pizarra blanca y cada día escriban mensajes de amor, cariño y empuje para que los suyos lo lean y cámbienlos luego, hagan de la tarde una experiencia de gozo diferente, hay tantas pequeñas cosas simples que no requieren mayor inversión, pero la más sanadora y hermosa actividad es la oración en familia, prendan una vela, apaguen las luces y agradezcan cada día que el Creador les ha regalado, pidan por los más necesitados, llamen por teléfono a un amigo que este sin trabajo, a algún enfermito, visiten a sus abuelos, a los amigos y así tantas cosas simples que a veces no se nos ocurren. Abrácense, quiéranse y perdónense, ámense por sobre todas las cosas. Un hogar es un refugio, es un lugar de contención, es un lugar sagrado para la familia, donde el respeto, la escucha, la humildad y el amor deben imperar.

Este silencio es mi terapia, es mi espacio de sanación, logro respirar profundo y lento, logró escuchar como mi organismo se manifiesta, siento como el oxigeno llega a mi cerebro y a cada célula de mi cuerpo, quienes lo agradecen. Me siento dichoso, feliz por la oportunidad de dirigirme a Uds. mis otras partes que andan por allí moviéndose y buscando respuestas a esta misteriosa experiencia de vivir.
Mis oraciones a los Maestros Superiores, a los Budas, a las Entidades, a los Angeles, al Creador, como lo quieran llamar, por la sanación de Uds., por la tranquilidad para sus vidas, por la sanación emocional y corporal de cada uno de Uds., Pido para su protección, para su iluminación y elevación vibracional, para que puedan entrar a niveles de conciencia más evolucionados, para que despierten y puedan estar protegidos de las malas energías.

Los invito a que se regalen un espacio de silencio, es la puerta a lo espiritual, es la comunión con toda la creación, es la desaparición temporal del ego, nos permite vivir como seres no divididos, el observador se funde con lo observado, la dualidad desaparece y obtienes una paz interior inimaginable, el silencio es meditación pura, todo se  detiene, te des-estresas y el amor aflora en todo su esplendor.

Sentí necesidad de escribir y a medida que vienen mensajes a mi mente los escribo y se los transmito para que puedan tener vidas más plenas. Se les quiere, porque primero aprendí a quererme. Los invito a disfrutar del existir, en momentos que sé que para muchos esto parece una invitación a la ficción, querer es poder y los desafío a ello.

Carlos Arismendi Gukowsky.

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