Estoy de regreso con Uds. nuevamente, aprovecho
este espacio para invitarlos a reflexionar y hacer de este pasar una
experiencia que valga la pena, una aventura pletórica de misterios y
descubrimientos, primero que todo los invito a ser observadores rigurosos, especiales
de Uds. mismos y de su entorno. Ser un buen observador necesariamente les
permitirá apagar su piloto automático, eso significa que van a dejar de
circular por las calles como robots programados que recorren los mismos lugares
por años, sin cambiar la ruta, los compañeros de trabajo, los lugares donde
almuerzan, pues sin quererlo se han vuelto adictos a la rutina, a no pensar
sobre si mismos, la excusa es que no hay tiempo y funciona, ser un buen
observador les permitirá estar concientes,
despiertos, pero a cambio les demandará una gran valentía y fortaleza
interior. Por qué dirán.
Volverse un riguroso observador de uno mismo,
es saber quién soy, que estoy haciendo con mi existencia y para que estoy
siendo de una manera y no de otra, quizás no estoy en el lugar, con la persona,
en el trabajo adecuado, responderse eso es de valientes, porque la pregunta que
a continuación que uno debe hacerse es, como me hago cargo a partir de ser
honesto conmigo de lo que viene de ahora para adelante con mi vida. Qué voy a
hacer para alinear lo que siento, lo que pienso, con lo que digo y actúo.
Cuando nos conocemos bien y sabemos las razones
que hacen que nos desequilibremos emocionalmente, que nos alegremos,
angustiemos o enojemos, podemos comenzar a hacernos cargo de nosotros mismos , sabemos en
que área trabajar para hacer mejoras en nuestro diario vivir, si lo hacemos, automáticamente nos hacemos responsables de lo que nos sucede,
aprendemos a observar desde el adulto que estaba dormido al niño regalón, que no se atreve y que
reclama cuando no le dan en el gusto, comenzamos a sí a crecer, a madurar y a
ser protagonista en nuestra vida.
No podemos vivir ya excusándonos, la excusitis
es una enfermedad que no nos permite aprender ni avanzar hacia nuestros logros,
hacia nuestros sueños, nos aleja de las personas emprendedoras pues no se
desean contagiar de nuestros hábitos nocivos, las excusas lo único que hacen es
paralizarnos y seguir refugiados en nuestro niño interior.
Ser buenos Observadores nos permite dejar el
rol de víctimas de las circunstancias, donde si las cosas no resultan, culpo a
mi pareja, a mis hijos, a la empresa, a mis amigos, al país donde vivo por no
poder lograr mis objetivos. Aprendemos de una vez a decir basta y no gastamos
tiempo engañándonos a nosotros mismos y a los demás con nuestras caretas,
máscaras, porque muy en el fondo tenemos miedo, incompetencias, no deseamos ser
descubiertos y vivimos para los demás, en vez de para nosotros mismos.
En lo más profundo preferimos seguir en nuestro
estado de confort, de seguridad, de infundir lástima al entorno, preferimos no
correr riesgos y seguir siendo el foco de atención de los demás, preocupándolos,
aprovechando inconcientemente que nos aman, finalmente terminamos mendigándoles
amor, afecto, pues nuestro niño interior siempre irrumpe.
He hablado con tanta gente en este tiempo de
ausencia, tengo tanta energía y ganas por cambiar esta sociedad, para que
seamos mejores personas y disfrutemos más cada día de nuestra existencia. Que
entiendan que a la vida se viene a ser feliz, que problemas, desencantos y
tristezas van a existir, forma parte de la existencia humana, pero no por ello
vamos a impedirnos optar a un vivir más pleno y dichoso.
Felicito a todos los valientes, guerreros, a
los seres con convicción, con coraje, que se han caído y vuelto a levantar tras una
pérdida, un dolor, a los que han entendido que a la vida se viene a ser feliz, que la
existencia son lecciones y que somos eternos aprendices, que no existe lo
bueno, lo malo, lo triste, lo alegre, el éxito y el fracaso, etc… estos estados
solo son construcciones linguísticas humanas, que vivir es mas que eso, que no
vivimos entre dos polos, que todo fluye, que cada emoción es necesaria, que debemos aprender a vivir en el punto central de este péndulo existencial y crecer espiritualmente.
Adiós al dualismo, bienvenido al flujo hacia lo infinito.
Deténganse, escuchen el silencio alguna vez,
para ello sean humildes y administren su ego. Los quiero a todos, fuerza,
ánimo, vamos que se puede, los quiero ver felices, realizados, el tiempo se nos
escapa día a día, despierten, aprovechen cada instante para conocerse y
entregar amor a quienes pasen por su lado. Esto es como un grito que hago al
firmamento, quiéranse, respétense, acéptense, son maravillosos, valiosos, minuto
que se va no vuelve, aprovechen intensamente cada día, no teman, atrévanse, perdonen,
abracen a quienes quieren, no hagan como muchos que tratan de abrazar a sus
seres queridos cuando ya están difuntos en su última morada, ya no es lo mismo, vamos, respiren
profundo, frente en alto y salgan a conquistar sus sueños.
Si a alguien pude estimular y energizar,
gracias Señor, gracias por permitirme ser canal para transmitir luz y buenas
energías a mis hermanos de existencia. Desde el Sur del planeta, Carlos
Arismendi G. Dulces sueños. En Santiago de Chile las 23:00 hrs. pm.